Piso de madera, hermosa música, un buen compañero… ¡pero ay!
¿Cómo ajusto mi baile a esta pista de baile tan pequeña?
Bueno, nada le gana a un abrazo más apretadito, pasos más pequeños y, por supuesto, más movimiento contra-cuerpo. Conectarse en una forma que sea aún más íntima.
Respirar y fluir con la música y el baile, creando pequeños espirales en un grupo.
Las milongas en Buenos Aires tienen esto prácticamente perfeccionado. Todos bailan moviéndose contra reloj, y van formando “caminos”. El grupo respira y se mueve al unísono y es un honor para el milonguero asegurar que su pareja nunca toque a nadie. Es muy raro que ocurra un intercambio y si pasa, se hace desde la izquierda.
Ver esta masa de gente moviéndose juntos es algo realmente hermoso y especial.
Por favor, ¡acompáñennos el domingo 2 de Junio en El Almacén a disfrutar de la hermosa música del tango y a practicar sus propias técnicas de baile en espacios pequeños!
Article translated by Mariela Guardia (mariela_guardia9@hotmail.com)